viernes, 11 de mayo de 2012

García Erika:Imaginación vivida.




Todos los límites que existen,
 existen sólo y simplemente
 para que sean traspasados.
Novalis, Fragmentos, p.81


Detonante
Mientras cruzo la calle para tomar el autobús y me siento tranquila frente al sonido de dos árboles que llenan la atmósfera con el tenue viento, puedo detener mis ojos sobre una ventana, la calle desaparece ya no hay más que está ventana sin historia, puedo todavía perder la mirada en la superficie desgastada y rugosa, en seguida no hay nada, no queda más que un juego de imágenes sobre una materia que ni siquiera puedo definir. Observo a mi abuela sentada frente a una estufa […] Lo que mi abuela está preparando es un panque […] de pronto el ambiente se convierte en una mezcla de colores.
Cada vez que regreso a esa casa trato de dirigirme a su hermosa sonrisa pero sólo se oye el crujir de las hojas secas de un viejo ciruelo.

Veo esto como una novela de Quebec de María Chapdelaine:
La brava María Chapdelaine veía en los “millas” nombres familiares dados a los pueblos y ciudades de su país la prueba de la existencia de este último. Le parecía una clara evidencia que la denominación de uno u otro de estos lugares estaba siempre ligado a una presencia real. El pueblo de Homfleur estaba allí, a ocho millas de su trinchera en el bosque, la Pipa estaba “seis millas” más adelante, Mistook a “ocho millas” más…” La conclusión de María era simple”: En toda esta región estamos en casa…en casa.
        Pero qué ocurre cuando el nombre ya no se refiere más que a una ausencia, cuando el llamado no          responde más al llamado…Shefferville…Gagnon…Saint-Paulin.Dalibaire…Saint-Nil…Interminable letanía de nombres que ya no evocan más que fantasmas. (Wûnenburger, 1999, pág.37)

Objeto
El propósito de este objeto es considerar la fotografía como medio para construir todo aquello que vive en el tiempo ¿Dónde se han ido esos lugares y esa persona de la infancia? La imagen fotográfica de un lugar permite así capturar, construir, integrar aquello que merece ser conservado por la memoria.

Barthes se conmueve cuando “ve”  a su madre muerta al observar esa fotografía de “esquinas comidas”, de un color sepia descolorido, nos damos cuenta que nuestra memoria no es un directorio o un archivo o fichero, donde lo grabado duerme hasta que un lugar, una cosa nos hace despertarla como lo sucedido a Marcel Proust En busca del tiempo perdido:

Me lleve a los labios una cucharada de té en el cual había echado un trozo de magdalena…un placer delicioso me invadió, me aisló, sin noción de lo que lo causaba y él me convirtió las vicisitudes de la vida en indiferentes, sus desastres en inofensivos y su brevedad en ilusoria, del mismo modo que opera el amor llenándose de una esencia preciosa; pero mejor dicho: esa esencia no es que estuviera en mí, es que era yo mismo. Deje la taza y me vuelvo hacia mi alma.

Mi objeto es llevado a cabo por medio de un modelo mnemotécnico como el ejemplo de Giordano Bruno:
Un banquete esta por realizarse, la mesa está servida, alrededor de ella conviven hombres de Grecia que poseen un anfitrión, llamado Scopas. Simónides ha sido contratado para cantar algunas alabanzas. Una parte del canto es dedicada a Castor y Pólux. Scopas se niega a pagar a Simónides y solo le da la mitad. Un mensajero avisa a Simónides que un par de jóvenes le buscan en la puerta. Simónides sale pero nadie está ahí; los invitados permanecen en su sitio, pero ocurre un terremoto y todos quedan bajo los escombros, la mesa, el banquete y los convidados. Sólo queda Simónides para contarlo, que mira el desastre desde afuera, es el único testigo, sólo el colabora en la reconstrucción de los hechos y reconocer los cadáveres. Deberá relacionar lugar y recuerdo, dando lugar a la mnemotécnica: el arte de la memoria.

Lo que se debe hacer es relacionar dos lugares que permiten surgir las imágenes de mi memoria. Tome fotografías de la casa que fue el detonante, comencé con las primeras habitaciones, los rincones, mesas u objetos viejos y efectivamente los olores parecían crear la presencia de mi abuela, volví a diversos momentos en mi infancia, paredes de escaso color, de una textura placentera. Después de eso una vez que una habitación se materializo por medio de la imagen fotográfica corte un trozo para yuxtaponer otra fotografía pero está provenía de la casa de mi abuela, al hacer esto tenia por fin una imagen completa de mi infancia.

-El objeto consta de 16 fotografías de las cuales 15 son de tamaño 30x25 cm y una de 60x70
-Posee como técnica la fotografía y están montados sobre bastidores.
 -Mi proyecto consta de una serie de fotografías y mezclas de color sobre acetatos.
En algunas de mis obras aparecen manchas, que se imponen ante mí para dejar el libre juego de las imágenes o mejor aún estar frente a la imaginación, permitiendo traspasar todos los límites de mi memoria; luego entonces, me remito a Jean Paul Sartre cuando dice:

            Cuando interpretamos una mancha en el mantel, no planteamos que tengan propiedades representativas determinadas. En realidad esa mancha no representa nada en absoluto: cuando la percibo, la percibo como lo que es, simplemente una mancha. De manera que cuando paso a la actitud de imaginar […] pueden darse dos eventualidades: en la primera efectuamos con los ojos, sin intervención previa movimientos libres y consideramos los contornos de una mancha cualquiera
[…] es lo mismo que ocurre cuando, por enfermedad, estamos en la cama inactivos y dejamos nuestros ojos vagabundear hasta que entonces surge una forma familiar, digo entonces: es un hombre agachado, es un ramo, es un perro.[1]

Mi referente artístico es Tacita Dean utiliza múltiples registros fotográficos previos a la imagen que construye; como una tensión entre el referente (lo que la foto represente, el objeto deseado, el cuerpo querido) y campo referencial se formulan el recurso documental y el punto de encuentro fotogénico que imprimen un estado misterioso y atemporal a sus imágenes. Por ejemplo recupera las fotografías de Frank Hurley, que consisten en líneas blancas en líneas blancas sobre fondo negro, resultado del uso de flash sobre el reflejo del hielo; por igual se presenta la relación entre dibujo en The Russian Ending(2001), fotograbados basados en accidentes y catástrofes, así como en la elaboración de Chere petite soeur(2002), basado en una postal de un bote en una tormenta, que fue hecha copiando el negativo de un grabado. Tacita Dean registra la narrativa entre ausencia, presencia y desaparición mediante una secuencia a manera de actos del habla, por ejemplo:

Significados puestos en acción, llevados a cabo en una escena en que un profesor escribe sobre el pizarrón del salón de clases: primero, la palabra presencia apuntando a los estudiantes en el salón, en un segundo momento, la palabra ausencia señalando el vacío y, finalmente, la desaparición mediante el acto de borrar la palabra del pizarrón.

Borrar implica un movimiento corporal donde el material y la apariencia son arrastrados; borrar es hacer desaparecer, en relación con mi obra el momento en que yo corto un trozo de la fotografía como un acto de desaparecer de retirar algo que el tiempo se ha llevado pero en seguida se vuelve a construir con otra imagen fotográfica.

En Roaring Forties: Seven Boards in Seven Days(1997), una serie de siete dibujos hechos sobre paneles negros a manera de viñetas con líneas blancas en alto contraste que parecen hacer la bitácora de un viaje por mar, la apariencia de negativos y la precariedad de materiales provoca cierta intermitencia de presencias entre lo que está ahí y lo que es visible. En el cuarto oscuro donde estaba cada pieza mostraba imágenes que se rebelaban se ofrecían como un descubrimiento, en relación a este punto, un lugar (casa de la abuela) como lo descrito en el detonante se imponen como mágicos, todo lugar puede transformarse con el simple hecho de mirar (cuando hablamos de mirar decimos que nuestra visión está orientada hacia algo o alguien, analiza) llega a ser inspirador, continuando, el material de intervención que es gis, posee la cualidad de ser como el polvo provoca una condición efímera. Marcas que empolvan la oscuridad de la superficie que marcan escenas como de niebla.


Esa parte documental en los trabajos de Tacita Dean, la utilizó con respecto a las fotografías de una casa abandonada que se impone y me hace revivir mi pasado, por lo tanto la fotografía se convierte en lo memorable, en un documento que permite hacer referencia a lo que fotografío.


[1]  Lapoujade, María Filosofía de la imaginación. Ed. Siglo XXI, México, 1988, pág.125.












Exposición, 1 de Junio 2012
Germen de un mundo, Fotografía, 60x72cm
Cerrar los ojos, Fotografía.
46x30cm








2 comentarios:

  1. Erika , tu planteamiento es poco claro, los conceptos de imaginación si son citas hay que colocarlas en otro formato, ya sea en cursivas, o e otro párrafo y con su crédito, (si tienes dos) el resto imaginamos es pensamiento que generaste, es poco claro la información que proporcionas sobre la imaginación y como la relacionas con tus fotogramas o imágenes, porqué decides utilizar esta representación gráfica. Cual es la relación directa entre tu referente (influencias) y tu obra, colocar una al lado de otra. Espero que en tu entrega final logres un desarrollo claro de tu proyecto. Léelo a otras personas, estudiantes tal vez no relacionados con el arte y que te digan que entendieron, no des explicaciones, así podrás darte cuenta de tu capacidad de comunicar tus ideas.

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  2. Erika, tu bitácora me ayudó a mirar tu proyecto de otra manera sin embargo es importante que pueda digerirse sin necesidad de ella (ti bitácora)

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